Connect with us

BOLIVIA

Racismo, discriminación y violencia – Opinión Bolivia

Uno de los 36 pueblos indígenas de Bolivia es el ayoreo, que fue un grupo nómada, pero que algunos grupos se asentaron en el Chaco cruceño y en la Chiquitanía. El pueblo ayoreo es un pueblo por el cual Bolivia se denomina Estado Plurinacional, según la CPE.
El pueblo ayoreo tuvo una cultura de vida cuyas reglas de convivencia con la naturaleza y cuyo conocimiento de la misma, permitió una vida sustentable desde tiempos inmemoriales.
El pueblo ayoreo, antes del inicio del proceso de colonización, no tenía pobreza. Inducidos por falsas promesas para vivir en asentamientos grandes y permanentes de los misioneros, y en un modelo económico no indígena y totalmente ajeno a su forma de vida, la situación actual de este pueblo muestra un acelerado proceso de pauperización.
Un evento catastrófico, que afectó las áreas de este pueblo en la Chiquitanía y el Chaco boliviano, fueron los incendios forestales durante el año 2019, que adquirieron dimensiones nunca vistas y que no se sancionó a los culpables.
Otro evento trágico, se realiza en los últimos días debido a la declaración de paro indefinido por el Comité Cívico y el Gobernador de Santa Cruz, quienes no pensaron en el sufrimiento de la gente pobre que vive al día para llevar el sustento para sus hijos. La represión desarrollada por este grupo de poder se expresó brutalmente  en las acciones del subgobernador de Concepción, que con chicote en mano intentó obligar a las mujeres ayoreas a levantar el cerco contra los que declararon el paro cívico.
Estos actos son una muestra flagrante de discriminación porque los del Comité Cívico les dijeron que deben abandonar su propia tierra y que no tienen derecho a coexistir con los arios de esa provincia, racismo porque es un atentado  en contra de habitantes originarios de esa tierra, que además son dueños desde antes de la colonia, y violencia contra las mujeres con actos machistas y prepotentes del Subgobernador y de su grupo paramilitar.
No son solo acciones fascistas de grupos de poder de Santa Cruz, que usurpan  los derechos de un pueblo a vivir y tener calidad de vida, son también expresiones patriarcales y patronales que quieren subordinar a las mujeres ayoreas y hacer uso de violencia  para disciplinarlas con el chicote. No contentos con esta violencia, discriminación y racismo, se atrevieron a derribar y quemar sus humildes moradas, quitándoles su derecho a tener una vivienda digna como dice el artículo 19 de nuestra Constitución.
Frente a estos hechos se necesita dar una sanción ejemplificadora, hay normativas que se deben aplicar, la Ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, por un lado, y por otro aplicar el Código Penal por la acción delincuencial  de destrucción de la propiedad de las ayoreas, y de esta forma llevarlos a la cárcel. De la misma manera, se debe aplicar la Ley 348 por la violencia colectiva ejercida por el Subgobernador  y sus huestes contra las ayoreas.
El Gobierno debe inmediatamente reconstruir las viviendas destruidas e incluir en los procesos judiciales la obligación de la reposición de los gastos por la destrucción de esas viviendas.
La  pérdida de privilegios de quienes se consideran una raza superior y que quieren seguir teniendo el poder para apropiarse de tierras de forma ilegal, los lleva a ser inhumanos y agresivos.
SENTIDO COMÚN
MARÍA ISABEL CAERO
Arquitecta
[email protected]
Opinión

source

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *